Ya viene el 6 de enero y con ello la deliciosa Rosca de Reyes; celebramos que los Reyes Magos llegaron con el Niño Jesús al pesebre, saliendo desde de Persia para ir a adorar al recién nacido. Y según lo narra Marco Polo en su libro El Millón: «Los tres Reyes se pusieron de viaje para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro, incienso y mirra. Si el profeta tomaba el oro, era rey terreno; si tomaba el incienso era un Dios; y si tomaba la mirra, era un médico. Sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltazar.

Hoy en día lo celebramos con la tradicional Rosca, la cual nació en la edad media cristianizando la costumbre, ya que antes se colocaba un haba en el centro (después se sutituyo con la figura del Niño Dios) y quien la encontraba sería rey por un día; el cuchillo representa el peligro en el que se encoraba Jesús.

La persona que tiene la suerte de encontrar al niño, según la costumbre, será anfitrión de otra celebración posterior: Por ejemplo en México es el 2 de Febrero el día de la Candelaria, y la tradición indica que esta persona debe confeccionar un «ropón» al niño Jesús y vestirlo de gala, para ese día.

Si bien es una costumbre que ha cambiado a lo largo de los años con diferentes significados, es un hecho que la tradición en México de comer la “rosca de Reyes” con un chocolate caliente es una de las más familiares y divertidas.